1. Utiliza sólo la primera al arrancar
2. Cambios de marcha en bajas revoluciones
Entre 2.000 y 2.500 rpm en los coches con motor de gasolina; y entre 1.500 y 2.000 rpm en los Diesel.
3. Presión en los neumáticos:
Cuida mucho que tengan la presión correcta. Deshinchados aumentar considerablemente el consumo de combustible. También puedes optar por neumáticos ecológicos que consumen menos.
4. Deceleración:
Frena siempre suave, reduciendo de marcha lo más tarde posible y siempre que puedas detén el coche sin reducir previamente de marcha.
5. Llena el deposito antes de que este por la mitad
Así el depósito no tiene tanto aire y evita la evaporación
6. No aprietes la manilla
Si aprietas la manilla a tope ya que hace salir la gasolina a más velocidad y crear más vapor en el tanque (que cuenta en el medidor). si repostas de forma lenta, entrará más gasolina de forma efectiva
7. No eches gasolina si ves que se están llenando los tanques de la gasolinera
Provoca que se remuevan los combustibles que hay en el tanque y los sedimentos, lo que perjudica el motor de los vehículos
8. Echa gasolina por las mañanas
En ese momento las temperaturas son más bajas y la gasolina es más densa, lo que permite más gasolina por el mismo precio que si hiciera mucho calor
9. No abusar del aire acondicionado o climatizador, pero mejor que abrir la ventanilla
Con las ventanas abiertas, el aire que entra en el habitáculo frena el avance y obliga al motor a tirar con más fuerza. Algo así como llevar carga en la baca. Calcule un litro por cada 100 kilómetros. Sin embargo, si los equipos funcionan correctamente, el aire le robará algo de potencia (8 CV) y medio litro de combustible a los 100. Así que cuando vaya cuesta arriba apague el compresor del aire, agradecerá recuperar esos caballos.
10.Aparca en la sombra
Esto minimiza la evaporación de gasolina.