A ello se añade la incorporación de las nuevas tecnologías en los modelos, como los sensores de aparcamiento, que han disminuido los siniestros y han incrementado la rebaja de la cobertura de las pólizas del seguro, afectando principalmente a la actividad de carrocería.
Este descenso de la actividad provoca una caída en la facturación de los talleres. Según datos de Ganvam, la aportación de la posventa a la rentabilidad de las redes oficiales de distribución se ha reducido al 62% en el primer semestre de 2012, siete puntos porcentuales menos que en el mismo periodo del pasado año.
Para José Luis Gata, responsable de Ventas, Fabricantes y Asociaciones de Audatex, "en este contexto de crisis los talleres deben adaptar y mejorar su modelo de negocio, optimizando al máximo sus tiempos administrativos y de pedidospara elevar su rentabilidad."